Reino de Dinamarca

En estos días la prensa ha dedicado amplios artículos a la abdicación de la Reina Margarita II después de 52 años de reinado, y al ascenso al trono de su hijo Federico X.

Aunque nunca he visitado dicho país hay muchos aspectos de Dinamarca que creo, nos son familiares a muchos. Desde los cuentos de Hans Christian Andersen, los bloques de Lego a las famosas galletas o pastas danesas. Cuando hablamos de tecnología se dice que un empresario danés Janus Friis fue uno de los fundadores de Skype y que el nombre “Bluetooth” que tanto se utiliza hoy en día, procede de un rey danés Harald Blatand, que se dice, unificó diversas tribus danesas, suecas y noruegas en  el año 965 D.C,  por lo que cuando Jim Kardach diseñó esta tecnología propuso el nombre de Blatand que tradujo al inglés como Bluetooth y cuyo diseño corresponde a las dos runas que eran las iniciales del antiguo rey danés.

Curiosamente, Dinamarca encabeza la lista del World Happiness Report, como uno de los países más felices del mundo y dicen que probablemente es por el hygge, su filosofía de vida.

 A mí lo primero que se me vino en mente fue la tragedia de Shakespeare, Hamlet, que estudié en el colegio. El príncipe de Dinamarca que se cuestionaba la famosa frase “ser o no ser. He allí el dilema” y que nos ha dejado tantas frases memorables y sabios consejos.

La monarquía danesa es una de las más antiguas del mundo y ciertamente la más antigua de Europa y se remonta a Gorm el Viejo, el jefe vikingo que llegó a ser rey de Dinamarca en el año 936 D.C y falleció en 958 D.C.

                      

               Rey vikingo Gorm                          Rey Harold Blatand – el unificador

El nombre de Dinamarca significa tierra o marca de los daneses o lugar de tierras bajas. Se dice que la cruz escandinava que aparece en las banderas de Noruega, Suecia, Finlandia e Islandia están inspiradas en la bandera danesa, una cruz blanca sobre fondo rojo conocida como Dannebrog y que se considera la bandera nacional más antigua del mundo ya que es conocida como símbolo del país desde el siglo XIII y se adoptó oficialmente en 1625.

Los daneses cuentan la leyenda de que el origen de su bandera se remonta a la guerra contra los paganos de Estonia de 1219. Se dice que la batalla fue muy dura y que el rey Valdemar II y sus obispos buscaron un lugar donde orar para pedir la ayuda divina y en ese momento de recogimiento Dios les lanzó desde el cielo el Dannebrog. El rey la recogió sin que tocara el suelo y esta les llevó a la victoria. La bandera ha pasado por todo tipo de “visicitudes” En 1500 fue capturada por uno de los Estados alemanes y fue rescatada en 1559. En 2006 fue la bandera más quemada por el radicalismo islámico como reacción a unas caricaturas ofensivas sobre su fé.

Los daneses están muy orgullosos de su bandera. Los civiles solo pueden usar la tradicional rectangular, sin logos ni otros símbolos. También se debe respetar los horarios. La Dannebrog puede ser izada después de las ocho de la mañana siempre y cuando haya amanecido- y debe ser bajada antes del atardecer. Dejar la bandera en el mástil por la noche es considerado según una antigua superstición vikinga, como “enarbolar la bandera para el diablo”.

El uso de su bandera está regulado con sumo detalle. Una curiosidad, es ilegal quemar banderas extranjeras, pero si está permitido quemar una Danneborg cuando ha sido utilizada mucho tiempo, previniendo así que termine en la basura o se la use de manera indebida.

La Reina Margarita II, es la segunda reina en la larga historia de Dinamarca. Su antecesora, Margarita I, reinó desde 1387 a 1412. En su saludo de Año Nuevo anunció que abdicaría en favor de su hijo mayor a principios de 2024.

AsÍ el 14 de enero, la soberana realizó su último recorrido por las calles de Copenhague en dirección al Palacio de Christianborg, sede de la Corona y de los tres poderes del Estado. Una vez allí, se inició la ceremonia del Tronskifte (cambio de trono), con la firma de la Reina Margarita II de una Declaración de Abdicación. Tras la firma, la reina se puso de pie, cedió su sitio al nuevo soberano y pronunció las palabras “Dios salve al Rey”procediendo a abandonar la sala para dar paso a una nueva etapa.

                                  

Cabe notar que en la ceremonia ya estaba presente el hijo mayor de Federico X, Christian de 18 años, situado a la derecha de su padre, y que ocupaba ya un asiento en el Consejo de Estado, asumiendo desde ese momento el papel de nuevo heredero al trono.

Concluida la ceremonia, lo siguiente fue la salida al balcón del Palacio de Christiansborg para ser proclamado públicamente rey de los daneses por la Primera Ministra Mette Fredericksen “…cada reina y cada rey es un eslabón de una cadena de más de mil años… es un rey en el que confiamos”.  Federico X se dirigió por primera vez a su pueblo como Rey refiriéndose a su madre como “una monarca extraordinaria” y expresando la esperanza de convertirse en un “rey unificador del mañana”.

Al día siguiente, los nuevos reyes acompañados por su madre la Reina Margarita II, la Princesa Benedicta y su hermano Joaquín visitaron el Parlamento y el Ayuntamiento.

Diferencias interesantes con otras ceremonias reales:

La Reina Margarita II seguirá conservando el título de Reina y su tratamiento protocolario será de “Su Majestad”. Podrá asumir la Jefatura de Estado en ausencia del país de los Reyes y de su hijo Christian y puede ser Regente, al igual que su hijo Joaquín o su hermana Benedicta.

Desde Canuto IV en 1170 a Cristian VIII los Reyes eran coronados y ungidos porque ascendían al trono por “la gracia de Dios”. Desde 1849, año en que ase abolió la monarquía absoluta, el Rey lo es por “la gracia del Pueblo”

No hubo cetro, espada o corona. A la ceremonia no fueron invitadas otras Casas Reales.

Finalmente, concluida la ceremonia, los nuevos reyes regresaron a su Palacio en un histórico landó negro de 130 años de antigüedad con el escudo de armas grabado en ambos lados y escoltados por el escuadrón a caballo del Regimiento de Guardias de Húsares. Después de presenciar desde su residencia los fuegos artificiales cenaron en la intimidad familiar.

Siguiendo la tradición que se remonta al siglo XV el nuevo Rey proclamó el lema de su reinado “Unido, comprometido, por el Reino de Dinamarca”. “Es una responsabilidad que asumo con respeto, orgullo y mucha alegría.” “Me esforzare por llevarla a cabo con vuestra confianza…”

 

 

                                                                                                    ©Carola Velásquez