Hablando de Perros


En 1916 Alemania lanzó el primer ataque de gas mostaza a las filas enemigas francesas causando numerosas bajas. Con esta acción incumplió el Convenio de la Haya que prohibía el uso de armas venenosas. Cosas del destino, una nube tóxica lanzada por los alemanes en un momento determinado retrocedió y regresó a sus líneas causando la muerte de miles de soldados alemanes debido a la falta de suficiente máscaras anti-gas. Los que sobrevivieron sufrieron quemaduras y ceguera entre otros males.

Esta acción fue el pretexto para que las fuerza aliadas devolvieran el ataque usando también armas químicas. Por otra parte, en medio de tiempos difíciles surgen personas extraordinarias como fue el caso del Dr. Gerhard Stalling quien en 1916 era el director de la Asociación de Perros de Ambulancia de la Cruz Roja alemana y al ver tantos damnificados decide crear una escuela de entrenamiento de perros para acompañar a los veteranos invidentes en la ciudad de Oldenburg, convirtiéndola en la primera Escuela de adiestramiento de perros guía del mundo.

La Escuela de Perros Guía de Stalling creció y se extendió por toda Alemania llegando a entrenar a 600 perros por año, llegando a exportar perros entrenados a otros países. Por aquella época una estadounidense residente en Suiza empezó a entrenar perros para el ejército, la policía y el servicio de aduanas suizo. Un ciego norteamericano se enteró de la noticia y le pidió que le entrenara un perro para llevárselo a Estados Unidos. Su perro Buddy sería el primer perro guía de los Estados Unidos. Así, se crea en 1929 la Escuela Seeing Eye en New Jersey.

Se dice que los pastores alemanes originales también sirvieron de guía para que los Golden Retriever y los Labrador fuesen también entrenados con el mismo fin.

El perro es el animal doméstico más familiar. Recuerdo en mi infancia la serie cuyo protagonista principal era un collie llamado Lassie, los dibujos animados del perro Pluto de Disney, y Snoopy, ¿y quién no ha visto la película de los 101 dálmatas? También protagonista de numerosas novelas, en la vida real vemos los beneficios de su presencia. Cuando hay desastres naturales los servicios de socorro van acompañados de perros para rastrear supervivientes, cuando llegamos a los aeropuertos acompañan a los policías de aduanas para detectar pasajeros o cargas sospechosas. Están presentes en todas las facetas de la vida:  perros cazadores, corredores, montañeros, socorristas…


En el campo de la medicina los perros de asistencia psiquiátrica están entrenados para asistir a personas que sufren depresión, ansiedad y trastornos psicológicos como esquizofrenia. Hace poco leí la historia de una señora que vivía sola y tenía como única compañía una perrita Golden Retriever que había sido entrenada para no solo hacerle compañía sino para darle la medicación de rescate si sufría un ataque y para acercarle el móvil para llamar a urgencias. También hay perros entrenados para dar la respuesta adecuada a personas que sufren alucinaciones.


En el caso de niños con autismo los perros fomentan la concentración y la estabilidad emocional. Actividades como acariciar o cepillar el perro ayuda a fortalecer los músculos, estimular la concentración y los sentidos, creando un vínculo positivo.

Cuando íbamos a ir destinados a Rumania nos avisaron que teníamos que comprar un mando que emitía un sonido para espantar a los perros callejeros. Una recomendación sorprendente pero llegados a Bucarest demostró ser bastante útil. Poco después de nuestra llegada, un perro callejero había mordido a una empleada de la oficina y esto pasaba muy a menudo.

En la época que Ceaucescu gobernaba Rumania, el dictador decidió que en un barrio residencial de chalets se construiría un gran Parlamento, el segundo edificio estatal más grande del mundo después del Pentágono.  Con este propósito, desalojó aproximadamente a unos 400,000 propietarios de sus residencias y los realojó en apartamentos socialistas. Los perros que vivían en dichas casas quedaron abandonados a su suerte ya que estaba prohibido alojarlos en esos edificios.

Como resultado de ello, en la ciudad vagaban perros callejeros de gran tamaño e iban en manadas causando gran temor. Sin embargo, los rumanos eran bastante tolerantes e incluso les acercaban comida con el riesgo de ser atacados. Políticos rumanos denunciaron ante el Parlamento Europeo el impacto de todo orden: mediático, legal y para la salud pública que tantos perros camparan por toda la ciudad. Por otra parte, una actriz francesa, defensora de los animales, también amenazó con atarse desde la ventana de un gran hotel para llamar la atención sobre la persecución y exterminio de los canes.



En 2011 se produjo una gran protesta ciudadana pidiendo al gobierno un incremento de la matanza de perros tras la muerte de un niño de 4 años causada por un perro callejero. La ley 258/2013 reafirmó la Ordenanza de emergencia del gobierno sobre perros callejeros que estableció la matanza masiva como solución para reducir las poblaciones de perros callejeros. Un informe europeo señaló que, para reducir la peligrosidad hacia la población, no se aplicó la castración sino se habían matado 40,000 a 50,000 perros cada año desde que se puso en efecto la normativa y que se habían enviado entre 7,000 a 10,000 perros a Alemania y el Reino Unido.

Pero hay historias muy bonitas que demuestran la lealtad incondicional de los perros como la de aquel soldado que estuvo en un campo de prisioneros japonés en la Segunda Guerra Mundial encerrado con su leal perra Judy. Cuando deciden trasladar a los prisioneros a Singapur, el soldado decide esconderla en un saco de arroz. Para su mala suerte, un torpedo les alcanza por lo que caen al mar, el prisionero es atrapado de nuevo y reenviado al campo de prisioneros. La perra reapareció después de unos días desgarrada y le hizo compañía durante todo su cautiverio “me dio razón para vivir”. El prisionero Frank, más tarde, testimoniaba cuando la veía con los ojos cansados se preguntaba a sí mismo que le podría pasar a la perra si él muriese. Cuando terminó la guerra, Judy fue llevada a Liverpool, Inglaterra, y fue premiada con la medalla Dickin. 


Judy

No quiero de dejar de mencionar a los paseantes de perros. Después de nuestra experiencia rumana fuimos a Buenos Aires. Allí me encontré con los paseadores de perros. Yo había tenido un paseante particular y entrenador para mi perra Yola, una setter inglés en Montevideo pero fue un gran fracaso porque mi querida perra era muy suya, le encantaba salir de paseo pero solo le hacía caso a su entrenador… En Buenos Aires me quede admirada como los “paseadores de perros” llevaban 10-12, o 15 perros cogidos de la correa en perfecta armonía. Un verdadero arte…  


Cito algunas expresiones que probablemente todos conocemos.

Vida de perros- depende. Algunos perros viven como reyes. Recordemos los corgies de la Reina Elizabeth de Gran Bretaña.

“Ladran Sancho, señal que avanzamos”- seguir adelante a pesar de la criticas.

Perro ladrador, poco mordedor; hace un día de perros; como el perro del hortelano; cara de perro; más raro que un perro verde; como el perro y el gato…

Una instructora de perros de entrenamiento dijo una verdad “A veces la mejor medicina tiene patas y nariz mojada”.

Su compañía y su amor incondicional- basta ver la alegría con la que nos reciben al llegar a casa- un privilegio.


                                                                                               © Carola Velásquez



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