Protocolo de la Corte Inglesa visto a través de sus Reinas. S. XVI- S. XIX

 El Protocolo de la Corte inglesa ha sido históricamente marcado por sus reinas. Hicieron sobre todo mucho hincapié en ello la Reina Isabel I, la Reina Victoria y la actual Reina Isabel II.

Desde el establecimiento de la Monarquía inglesa en 1014 hasta nuestros tiempos han reinado 42 varones y 7 mujeres.

Según la ley semisálica se permitía a las mujeres ascender al trono solo si no había herederos masculinos. Así el hijo mayor tenía precedencia sobre sus hermanas. El Decreto de 1917 que firmo el Rey Jorge V, establecía que el primogénito solo adquiriría el título y los honores de Príncipe en caso de que fuera varón. Si fuera mujer recibiría el tratamiento de Su Real Alteza y tratamiento de Lady.

Al respecto La Reina Isabel II, coincidiendo con el primer embarazo de Kate Middleton, esposa de su nieto primogénito, William, impulsó cambios constitucionales que contaron con el apoyo de su Primer Ministro, dirigidos a propugnar la igualdad de sexos en la sucesión al trono.

Esta ley sigue en proceso porque implica abolir al menos tres leyes de larga tradición. En cualquier caso, cuando esto suceda, la sucesión estará determinada por el orden de nacimiento. La ley también permitiría que un miembro de la familia real inglesa se pueda casar con una persona que profese otra fe sin tener que renunciar a la corona.

La primera Reina Jane Grey, duró sólo nueve días del 10 al 19 de julio de 1553. Bisnieta de Enrique VII y sobrina segunda del Rey Eduardo VI. Era una de las jóvenes más cultas de su tiempo. Contrajo matrimonio con Lord Dudley y en junio de ese año el Rey la hizo heredera en su testamento. Sus medio hermanas eran católicas y como ferviente protestante apoyó la reforma de la Iglesia de Inglaterra. Sin embargo, a pesar de contar con el apoyo del partido protestante la destronó y ejecutó Mary I o Mary Tudor (1553-1558) apodada Bloody Mary por la ejecución de protestantes y herejes durante su reinado.

Jane Grey                      Mary Tudor                      Elizabeth I


La tercera Reina, Elizabeth I (1558- 1603) se le llamó “Reina Virgen”. Fue una de los monarcas más admiradas de la historia inglesa. Si se hace un balance de su reinado se caracterizó por ser sumamente positivo para Inglaterra. Consolidó la religión anglicana. Aplastó a los rebeldes y sometió a los irlandeses. Fue la época de la Armada Invencible en el exterior. Vivió una época gloriosa de bonanza y auge cultural.

Elizabeth I que en su juventud había tenido un romance con Thomas Seymour, del que salió indemne, estaba resuelta a no casarse a pesar de la insistencia de la Casa de los Comunes. Era tan buena oradora que les convenció que su compromiso era con Inglaterra y que todos los ingleses eran “sus hijos”.

Al poco tiempo, cuando volvieron a insistir sobre el tema, Elizabeth resolvió el conflicto con un “no se hable más” y disolvió la Cámara durante cuatro años!

Esta Reina estaba obsesionada con su aspecto a tal punto que exageraba la palidez de su rostro con polvos dándole ese famoso toque virginal, además que disimulaba las marcas que le había dejado el sarampión y que contrastaba notablemente con su cabellera rojiza. Cuando se hizo mayor llegó a atesorar hasta 60 pelucas.

Vestía suntuosos vestidos con hilos de oro y kilos de perlas y joyas. Sus vestidos llevaban gigantescas gorgueras hechas de un encaje italiano llamado reticella. Sus faldas llevaban armazón de alambres y madera para darles forma cónica. Los guantes eran el símbolo de la elegancia y aunque en sus retratos sus manos están desnudas los portaba con regularidad y estos eran confeccionados especialmente para ella con ante, cordero o cabra   y estaban ricamente bordados y decorados con piedras preciosas o plumas. El armiño representaba la pureza y el cetro y la corona simbolizaban la monarquía.

La Reina era estricta con la vestimenta de la Corte. Se debía observar la uniformidad en el vestir. Nadie que no fuera barón podría utilizar calzas de terciopelo o satén. Solo los miembros de la Corte podían usar pieles o abrochar su vestimenta con botones. Fomentó la moda que sus caballeros lucieran un pendiente en la oreja.

En la Corte se elaboraban los platos más sofisticados y variados. Se vestía con los ropajes más exquisitos confeccionados con textiles traídos de lejanas regiones. El estilo de vida de su corte se llamó Isabelino. Los excesos eran tales que los diplomáticos acreditados en Londres decían que los aristócratas de la corte inglesa iban mejor vestidos que “en la corte persa”.

Con ironía, en el libro de Shakespeare” El Mercader de Venecia”, Porcia describe a su pretendiente el Barón Falconbridge: “Yo creo que compró el jubón en Italia, las calzas en Francia, el bonete en Alemania …”

Curiosamente, fuera de la Corte el pueblo pasaba necesidad porque su moneda se había devaluado, las cosechas venían malas y la población había crecido. Al respecto, Isabel I aprobó las Leyes de los Pobres que promulgaban que su cuidado era responsabilidad de todos los ciudadanos y por tanto todos debían contribuir para asegurarles un mínimo de subsistencia, evitando así que se produjesen disturbios.

La arquitectura de su época, se denominó isabelina y era estilo renacentista inglés, en la que predominaron las casas altas cuadradas. También se denominó teatro Isabelino a las obras escritas e interpretadas en su época, en especial, las de William Shakespeare.

 

Mary II (1689 - 1694) reinó conjuntamente con su marido, Guillermo III Príncipe de Orange y no tuvo hijos. Aunque era soberana por derecho de sangre cedía a su marido el poder cuando éste estaba en Inglaterra. Cuando su marido se marchaba a campañas militares la Reina ejerció el poder de manera firme y eficaz.

  

      Mary II                                              Ana Estuardo

La quinta Reina, Ana Estuardo (1707 a 1714). estuvo casada con el Príncipe George de Dinamarca. Fue Reina de Inglaterra, Escocia e Irlanda desde el 8 de marzo de 1702 y de Gran Bretaña e Irlanda desde el 1 de mayo de 1707 hasta su muerte. Fue la primera soberana británica.

En su reinado destacó la arquitectura denominada Reina Ana con tres estilos decorativos distintos. Destacaban las casas urbanas con ladrillo rojo.

En cuanto al mobiliario se distinguían las sillas con patas cabriole y de respaldo adaptado a las personas y de muebles trabajados con sobriedad. En su época se fabricaron variedad de mesas de té y numerosos objetos de plata para la mesa.

 

 

 

                                                                                ©Carola Velásquez

 

 

 

 

 

 

 

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