La Corona de España. X Aniversario de la proclamación del Rey Felipe VI.
La Constitución española vigente de 1978 es el resultado de un “pacto político” fruto del acuerdo entre los diversos partidos políticos. Todos cedieron para lograr una Carta Magna que le representara. La soberanía residía en el pueblo español y la Constitución era la base de todo el ordenamiento jurídico donde se establecían claramente los poderes del Estado.
En su artículo 1 define España como un Estado social y
democrático de Derecho y su forma política es la Monarquía parlamentaria. El Rey
es el Jefe de Estado, símbolo de su unidad y permanencia, arbitra y modera el
funcionamiento regular de las instituciones y asume la más alta representación
del Estado en las relaciones internacionales. Art 56.
Corresponden al Rey según la Constitución sancionar y
promulgar leyes, convocar y disolver las Cortes Generales y convocar
elecciones, convocar a referéndum en los casos previstos en la Constitución,
proponer el candidato a Presidente de Gobierno, o poner fin a sus funciones en
los términos previstos por la Ley.
La Constitución define claramente las funciones del Rey
enunciando cada una y entre otras, que ejerce el mando supremo de las Fuerzas
Armadas, el alto patronazgo de las Reales Academias, acredita embajadores y
otros representantes diplomáticos. Recibe las Cartas Credenciales de
Embajadores extranjeros. Manifiesta el consentimiento del Estado para obligarse
a los tratados y puede declarar la guerra y buscar la paz previa autorización
de las Cortes Generales.
En 1977 Don Juan, Conde de Barcelona renunció a sus derechos
dinásticos en favor de su hijo Juan Carlos. La Constitución fue aprobada por la
Cortes el 31 de octubre de 1978, votada favorablemente en un referéndum popular,
firmada por el Rey Juan Carlos I y finalmente publicada en el Boletín Oficial
del Estado el 29 de diciembre de 1978.
En 2014, el Rey Juan Carlos renuncia al trono en favor de su
hijo Don Felipe de Borbón y Grecia, Príncipe de Asturias. Su abdicación se hace
efectiva tras la aprobación y publicación en el Boletín oficial del Estado,
BOE, el 19 de junio de 2014.
Curiosamente, la historia de la monarquía española describe
que, salvo el caso de los Reyes Isabel la Católica y Fernando de Aragón, hubo
numerosas abdicaciones bien por motivos políticos o por problemas de salud.
En 1555, Carlos I abdicó por motivos de salud. En 1724,
Felipe V deja el trono para recluirse “hasta el fin de sus días”, pero fallece
su hijo Luis y cuando intenta reasumir como rey, ese acto es considerado ilegal
y no es reconocido por la clase política imperante, afectando a la dinastía
Borbón hasta el siglo XX.
En 1808, Fernando VII obliga a su padre a abdicar. Isabel II abdicó obligada en 1868, como resultado de la “Revolución Gloriosa”. En 1870, accede al trono Amadeo de Saboya, pero, incapaz de poner orden, abandona el trono en 1873. Alfonso XIII, que nació Rey y juró la Constitución a los 16 años, reinó hasta 1931 cuando tuvo que exilarse por proclamarse la Segunda República. Su hijo Don Juan de Borbón, quien tuvo marcadas desavenencias con Francisco Franco, fue heredero al trono en el exilio hasta que abdica en favor de su hijo Juan Carlos I en 1977.
Ceremonia y actos de la
proclamación del Rey Felipe VI
En la sala de Audiencias del Palacio de la Zarzuela, el rey
emérito le impone el fajín rojo de Capitán General de las fuerzas armadas a
nuevo Rey vestido de uniforme militar. En ese momento asume el mando supremo
del Ejército de Tierra, la Armada y del Ejército del Aire. La ceremonia se
realiza en presencia de la familia Real, familiares del Rey, el Ministro de
Defensa, el Jefe del Estado Mayor de la Defensa, los jefes de los estados
mayores de los tres ejércitos y el Director general de la Guardia Civil.
Se hace público el nuevo Guion del Rey que cambia el azul de
su padre por el color damasco carmesí. En el nuevo escudo de armas del Rey se
retiraron la Cruz de San Andrés, el yugo y las flechas.
Azul – Juan Carlos I; Carmesí – Felipe VI
Los nuevos Reyes se dirigen al Palacio de las Cortes donde
son recibidos por el Presidente de Gobierno y el jefe del Estado Mayor de la
Defensa. Reciben honores militares y se interpreta el himno nacional en la
versión completa. El Rey hace la revista de las tropas, integradas por los
miembros de los tres ejércitos y de la Guardia Civil.
Bajo el dosel con el escudo de España, reciben el saludo de
los presidentes del Congreso de los Diputados y el Senado. En el interior
reciben el saludo del Presidente del Tribunal Constitucional y del Consejo
General del Poder Judicial y demás miembros de las cámaras legislativas y del
gobierno.
Hacen la entrada en el hemiciclo donde están presentes los
miembros de las Cortes generales, del Gobierno, presidentes de las Comunidades
Autónomas y demás familiares del Rey.
El presidente de la Cámara Baja toma el juramento a Felipe VI,
quien lee la siguiente formula de rigor: “Juro desempeñar fielmente mis
funciones, guardar y hacer guardar la Constitución y las leyes y respetar los
derechos de los ciudadanos y de las comunidades autónomas”. A continuación, se
proclama el nuevo Rey.
No hubo símbolos religiosos, ni el crucifijo, ni la Biblia en
la ceremonia, por tratarse de un Estado aconfesional de Derecho, y que si hubo
en la coronación del Rey Juan Carlos cuando todavía era un estado confesional y
no se había aprobado la Carta Magna de 1978. La Corona y el Cetro Real,
símbolos de la Monarquía fueron colocados en la mesa. En España el Rey no es ungido.
En su discurso, el Rey diría que la Corona ejercería una función
integradora y de proximidad a los ciudadanos e intentaría ganarse el respeto
con una conducta integra, abogaría porque los ciudadanos recuperen la confianza
en las instituciones y por la promoción de la investigación científica.
El acto concluyó con un desfile militar, y un recorrido por
las calles de Madrid. Son recibidos el Batallón mixto de la Guardia Real con 21
cañonazos de ordenanza y el himno nacional. A continuación, el Rey Felipe VI y
Doña Letizia salen al balcón de Palacio Real acompañados por Don Juan Carlos I
y Doña Sofía para saludar al público reunido en la Plaza de Oriente para luego
celebrar una Recepción a las autoridades.
El 19 de junio se
cumplen 10 años de la proclamación del Rey Felipe VI. Lema: Servicio,
compromiso, deber.
La línea de sucesión a la Corona está garantizada con la primogénita
Doña Leonor, que el año pasado cumplió 18 años y juró lealtad a la Constitución
e inició sus estudios militares y que pasará por las distintas Academias antes
de realizar sus estudios universitarios.
El Rey y la familia del Rey iniciaron el día presenciando el
desfile de los tres Ejércitos y la Guardia Civil en el Patio de la Armería.
Se imponen condecoraciones de la Orden del Mérito Civil a 19
ciudadanos por su comportamiento ejemplar y solidario y que asisten a una
comida en el Comedor del Palacio Real, acompañados por el Presidente de
Gobierno y quienes presidieron las Cámaras desde 2014.
Interesante el discurso del Rey explicando a sus invitados
sobre la distribución de los sitios. Era especial porque debido a la naturaleza
de la celebración; se buscaba que todos estuviesen en el mismo plano
intercalados con las autoridades de hoy con aquellas que lo habían sido en el curso
de estos diez años, para así fomentar el intercambio de conversación de manera
más distendida y menos formal y para conocerse un poco más por lo que había
colocado también, a la Princesa de Asturias y a la Infanta en ambos extremos de
la mesa.
El Rey hizo un balance del tiempo trascurrido diciendo “a la
Constitución y sus valores me he ceñido y me ceñiré siempre …son guía para el
ejercicio de mis funciones, lo es también en el plano personal y moral, como
expresión profunda de mi respeto y lealtad al pueblo español, al que me debo…”
“Es un compromiso con los principios éticos y morales que
consideramos universales… que tiene continuidad en la Princesa de Asturias como
quedó de manifiesto en su juramento como heredera de la Corona ante las Cortes
Generales…”
©Carola
Velásquez
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